370 días después
2019

2 de diciembre de 2019 (370 días después)
Inicié este trabajo con fecha exacta del 27 de noviembre de 2018, desde entonces han transcurrido 370 días, que son los que marcan esta entrada. Ayer le he entregado el primer libro a mi editor y arranco el segundo. Si todo sale bien terminaré el 30 de noviembre de 2024 (en el “todo sale bien” cuenta que no esté muerto).
Ayer fue el informe del Presidente, dos son los temas que me parece son capitales y en los que hay muy malas cuentas; la inseguridad y la recesión. Ambos fueron esquivados de manera puntual (es como el chiste del elefante y la hormiga). Lo que se pudo apreciar en la tarde fue lo de siempre, acarreos, repartos de despensas y un discurso complaciente, todo igual pero con diferente formato haciendo un limpio homenaje a Lampedusa, nomás que el gato no es pardo sino Moreno.
Negar que estamos divididos es cerrar los ojos, ayer, por ejemplo anuncié que mi libro estaba listo y un joven al que imagino babeando bilis me comentó que lo utilizaría para limpiarse, la metáfora, si bien asquerosa, es ilustrativa. Este odio, gratuito y torpe tiene una simiente social pero debemos aceptar que ha sido alimentado por nuestro Primer Mandatario y su corte de bravucones. Apenas hoy el Presidente se refirió a quienes se manifestaron en su contra como “ciudadanos simpatizantes de partidos conservadores que se están quitando la máscara” (es el momento de imaginar a un servidor retirando una capucha de cucurucho de la cabeza). Justo es reconocer que algunos en la oposición no venden piñas y centras sus críticas en insultos y descalificaciones. El “periodista” Hernán Gómez es un maestro de la provocación y ha hecho una especie de agosto entrando a las marchas de la gente que está descontenta y buscando a los menos lúcidos para exhibirlos. Ayer repitió la dosis el panista Jorge Triana le dijo: “has acosado y emboscado cobardemente a la gente en cada marcha opositora sin que nadie te diga nada”. La respuesta del joven provocador fue la siguiente: “No entiendo cómo hacer preguntas a la gente pude constituir acoso y una forma de emboscar. ¿No será que en realidad tu crítica va dirigida al tipo de respuestas que dan? Te cuento que la responsabilidad de lo que dicen es de ellos, no mía. Admites la intolerancia”.
Lo dicho, divididos.